
Me he bebido las ganas de abrazarte,
las lágrimas vertidas por tu ausencia,
mostrando una sonrisa en mi apariencia
que nace solamente por soñarte.
Me he embriagado de ti, y de tu esencia,
que embruja mis sentidos sin tocarte,
de mi, y de mi pasión... ya formas parte,
y tengo que vivir entre carencia.
Me he sentido tan tuya cada noche
que duele despertarse en la mañana
sin saber que tú sabes que te quiero.
Me he entregado a tu alma con derroche,
reinventando mi vida cotidiana,
rozando casi casi al desespero.
¡Corazón traicionero!
que late en la ilusión y en el desvelo,
y llora con amargo desconsuelo.
Isabel
No hay comentarios:
Publicar un comentario